El paciente de la habitación 155 permanece sentado en su cama de hospital. Está tranquilo, con las piernas completamente estiradas y los brazos a lo largo de estas parecen querer llegar a tocar sus pies, pero a pesar de encorvar su cuerpo al máximo solo llegan un poco mas abajo de las rodillas. Su cabeza extremadamente agachada. Los ojos muy abiertos como si quisieran ver algo muy lejano o tal vez intentando que llegase a sus oidos la conversación que al otro lado de la puerta mantenían en voz baja, su médico y un familiar.
Médico: ¿que hacemos? le administramos antibióticos y le damos otra oportunidad, o ...
Familiar: ... no se... es que... no se ...
M: ¿quiere que mejor lo consultemos con su hijo?
F: (muy rapidamente) No, no... A su hijo no por que él seguro que dirá que si.
En muy pocos dias, el paciente de la habitación 155 inició un eterno viaje en busca de oportunidades.
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